• 24 diciembre, 2024 14:19

Su papá fue hiperfamoso, jamás pagó el alquiler y murió en lo mejor de su carrera: la vida del hijo del actor que más hizo reír

Sep 5, 2024

Qué difícil hacer feliz al público, ¿no? Lograr su total y completa atención y que deje absolutamente todo para sentarse frente al televisor y entregarse a la risa ingenua para olvidar -aunque sea por un rato- lo que ocurre en el mundo exterior. Conseguir que las mismas frases y chistes se perpetúen en el tiempo como si no hubiesen pasado más de 50 años no es tarea fácil y menos que cuando alguien dice “con permisito dijo Monchito” todos sepan perfectamente a qué y a quién hace referencia.

Si llegaron hasta acá saben que esta icónica frase pertenece a El Chavo del 8 y que el personaje de Don Ramón la usaba cuando quería salir de una situación incómoda dentro de la vecindad. Pero, quizás, lo que no sabían era que cuando las cámaras se apagaban, Ramón Valdés la usaba en la casa que compartía con su familia. Con permisito dijo Monchito, es también el título que eligió su hijo, Esteban Valdés, para contarle al mundo en un libro la historia que pocos conocen y muchos se preguntaban acerca de su padre. En diálogo con LA NACION, el autor mexicano reflexionó sobre cómo decidió plasmar en palabras la vida del actor, recordó grandes anécdotas y reveló qué pasaba cuando las cámaras estaban apagadas.

“Con permisito dijo Monchito”

En 2017 Esteban decidió escribir todo aquello que el mundo quería saber sobre su padre. Su libro Con permisito dijo Monchito responde a un gran interrogante: cómo era Don Ramón cuando las cámaras dejaban de grabar y cómo fue su vida antes de ser famoso. “Yo les cuento lo que Ramón Valdés tuvo que pasar en su vida cotidiana, con sus tres esposas y sus diez hijos y las dificultades que enfrentó para ganarse la vida”, le dijo el autor a LA NACION al tiempo que enfatizó en que su trabajo “tiene muchas cosas muy emocionales y espirituales, lecciones de vida y valores”. El libro se lanzó en 2021 y ahora está disponible en la Argentina a través de Anka Ediciones.

Por medio de su relato, el autor mexicano de 63 años le permite al mundo conocer la vida del actor que hizo reír a gran parte de Latinoamérica en la década del 70. “Al principio mi papá era un ser humano común y corriente que salía a la calle y nadie lo conocía. A veces no tenía para pagar la renta en la vida real y no le alcanzaba para mantener a sus hijos. Tenía que trabajar como chofer, pintor y carpintero; entonces todos los oficios que hacía Don Ramón en El Chavo del 8 los había vivido en carne propia y es de lo que trabajaba para ganarse el pan de cada día”, reveló.

El libro pone el foco en quién fue Ramón Valdés antes de convertirse en Don Ramón, ese lado poco conocido que tanta curiosidad genera. A diferencia de lo que algunos podrían suponer, Esteban remarcó que el actor no hacía chistes todo el día. No obstante, sostuvo que era una persona muy cariñosa y afectiva con sus hijos, aunque a veces “obviamente se enojaba”. Pese a eso, remarcó: “Te mostraba el amor. Fue un padre muy amoroso”.

La popularidad, los fans y El Chavo del 8

La fama le tocó la puerta a Ramón Valdés después de los 40 años. Tras el estreno de El Chavo del 8, su popularidad escaló de manera descomunal. Si bien Esteban aseguró que su padre “atendía muy amablemente a todos” y firmaba autógrafos siempre, a veces se cruzaban los límites: “Algunos compañeros de mi papá cuentan que una vez en un avión un niño le dio una cachetada cuando él estaba dormido. El padre del niño dijo ‘es que mi hijo quería saber si le duelen las cachetadas que le da Doña Florinda’. Y ahí mi papá sí se molestó. Pero, fuera de eso, fue amable y paciente sobre todo”.

Si bien Ramón llegó a experimentar en carne propia el éxito, hoy, 36 años después de su muerte, sigue más vigente que nunca y es el protagonista de memes, videos de TikTok y estampas de remeras. ”La gente sigue teniéndolo como un modelo de padre, de rebeldía, de que puedes ser feliz aunque no tengas para pagar la renta”, reflexionó Valdés. En este sentido, remarcó que su libro está lleno de imágenes de diversos artistas latinoamericanos que retrataron a su padre a lo largo del tiempo: “Si viviera, creo que estaría encantado de verlo. Si nosotros estamos felices, él seguramente estaría feliz también”.

Ramón, Esteban y María Antonieta de las Nieves: “Mi papá la veía como hija y ella lo veía como papá”

Aunque es cierto que en los últimos años hubo varias internas y entredichos entre los protagonistas de El Chavo del 8, la realidad es que el nombre de Ramón Valdés no se incluyó en las peleas. “Nunca tuvo conflictos con nadie, menos con Roberto Gómez Bolaños. Se despidió cuando decidió dejar de trabajar con él y no fue por una pelea, ni por derechos. Ya no estaba disfrutando tanto y tenía otros planes”, reparó Esteban.

Pero, de todo el elenco, hay alguien muy especial para la familia Valdés. El autor de Con permisito dijo Monchito le dedicó su trabajo a su “hermanita” María Antonieta de las Nieves, la actriz que interpretó a La Chilindrina: “Mi papá la veía como hija y ella lo veía como papá, así literal. Cuando ella se casó al que invitó como testigo de su boda fue a mi papá, o sea, su papá”. Esta unión que formaron perduró en el tiempo y hoy él y sus hermanas están en contacto permanente con la intérprete mexicana.

El vínculo familiar con Cristian Castro

Esteban nació en el seno de una familia de artistas. Además de su padre, su madre, Araceli Julián, fue actriz; sus tíos paternos empezaron su carrera en el cine en los años 40 y los hermanos de su madre fueron autores y compositores.

Pero, lo que quizás muchos no sabían es que Esteban es primo hermano de Cristian Castro. El cantante es hijo de Verónica Castro y Manuel Valdés, hermano menor de Ramón. El autor contó que la única vez que se vieron fue en un show que dio el intérprete de “Azul” en el Auditorio Nacional de México. Se sacaron fotos, se abrazaron y quedaron en verse, pero nunca lo hicieron. “No tengo contacto con él, pero me gustaría”, sostuvo.

La última broma y una promesa de reencuentro: “Tuve el privilegio de cuidarlo hasta el último segundo de su vida”

Ramón Valdés fue diagnosticado con un cáncer de pulmón y su hijo tuvo, según define, “el privilegio de cuidarlo” hasta el último día de su vida. “Yo estudio la Biblia desde hace muchos años y el que haya estado enfermo y vivido nuevamente en casa con nosotros, se presentó para que yo tuviera la oportunidad de leerle fragmentos de la Biblia que lo ayudaron muchísimo”. El actor murió el 9 de agosto de 1988, a los 63 años: “Se fue en paz y con la esperanza de volvernos a ver”.

“La muerte es lo peor que nos puede pasar, pero mi papá días antes de morir hacía bromas. Esa es la mejor lección. Mi libro al final dice ‘nunca pierdan el sentido del humor’. El trabajo de mi papá sigue influyendo en gente de todas las edades”. Aunque reconoció que muchas veces lo llora y lo extraña, lo ve en la tele y los fans le mandan videos, algo que hace que lo sienta muy cerca.

Un legado y un recuerdo eterno

Además de compartir la sangre y el apellido, padre e hijo también comparten el nombre. Para Esteban esto es un privilegio, un honor y una responsabilidad: “Una señora en una presentación del libro me dijo ‘prepárate para todo lo que viene. Estás desempolvando una historia que estaba guardada y eso va a ir más allá de lo que te imaginas’”.

Dicho y hecho, eso es lo que experimenta en pleno relanzamiento de Con permisito dijo Monchito. Es más, tiene proyectos para hacer un documental basado en el libro y trabaja activamente con el Grupo Chiespirito junto a Roberto Gómez Fernández, hijo de Roberto Gómez Bolaños. “No es la punta del iceberg, sino que apenas está empezando”, aseguró el autor.

Hoy Esteban Valdés es quien mantiene viva la memoria del querido Don Ramón, del personaje y también del actor. “La gente me ve y sabe quién soy, quién fue mi papá y a veces hasta me abraza y llora. Me dicen ‘qué bueno que estés manteniendo el legado de tu papá’, y yo les digo que no, que aunque no lo hubiera escrito, el legado de mi papá estaría ahí y va a seguir”. A 36 años de su muerte, el actor continúa en el inconsciente colectivo y Con permisito dijo Monchito en todos sus formatos, le acerca al mundo un pedacito poco conocido de su gran historia.

​Esteban Valdés relanzó su libro “Con permisito dijo Monchito”; en diálogo con LA NACION, habló sobre su relato, contó anécdotas de su padre y develó cómo mantiene su legado más vivo que nunca  LA NACION

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